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jueves, 16 de septiembre de 2010

LOS DIEZ PRINCIPALES ERRORES AL SEMBRAR UNA HUERTA


Una huerta orgánica exitosa se logra aprendiendo de los errores de los demás.   Esta lista contiene los errores más comunes al iniciar un proyecto de este tipo.
1. Plantar una huerta en el lugar equivocado
Sembrar en zonas que tienen un drenaje pobre es uno de los errores más comunes. Alguna gente siembra vegetales hermosos con un sistema de riego in situ. Sin embargo, el pajote alrededor de la siembra hace que los vegetales estén siempre empapados incluso en climas calientes y secos. Poca agua o mucha agua puede ser perjudicial.
Saque las plantas y póngalas sobre una lona mientras trabaja. Extienda una capa de diez centímetros de grava de manera uniforme sobre la parte inferior del terreno para mejorar el drenaje. Luego  vuelva a llenar la plantación con abono orgánico fresco suave y esponjoso. Replante su huerta.
2. Arrancar accidentalmente las flores en lugar de las malas hierbas
Un error común es arrancar accidentalmente las flores junto con la maleza. El seguimiento de las plantas puede ser difícil para cualquier persona con un huerto casero. La manera más eficiente es marcarlas utilizando las etiquetas que vienen con sus plantas cuando las trae de un vivero (o la identificación del sobre de la semilla).
3.  No preparar el suelo
Algunas veces descuidamos la preparación de nuestra tierra y como resultado terminamos con un huerto de plantas que nunca dio frutos o que estos no sobrevivieron.
Dado que el suelo varía notablemente según la región se recomienda probar su tierra cada año para saber qué tipo de suelo tiene y lo que necesita para lo que quieren sembrar. Usted puede averiguar a través de  Internet el análisis de los suelos de su localidad y luego modificarlos como se sugiere. Es una buena idea mezclar el suelo con la misma cantidad de abono orgánico. Esto le da a sus plantas los nutrientes que necesitan sin sobrecargarlos con los fertilizantes químicos los cuales pueden disminuir la actividad microbiana necesaria para el crecimiento sano de la planta.
4.  Regar en exceso o no regar suficiente
Regar en exceso u olvidarse de hacerlo es igual de dañino para su huerta orgánica. Posiblemente usted nunca sabe cuándo regar y cuando no debe regar su huerta. El exceso de riego provoca que las plantas se ahoguen y las raíces se pudran. La falta de agua, por el contrario, puede deshidratar las plantas. El enfoque para no adivinar es invertir en un sistema de riego con un controlador “inteligente”, es decir, que ajusta automáticamente los niveles de riego sobre la base de datos históricos y sensores de humedad.
Si usted no puede permitirse este sistema preste mucha atención a su tierra. Cuando el suelo es de roca dura necesita riego más a menudo.
Siembre una planta indicadora, como una hortensia o una lechuga, que se marchita con mucha mayor rapidez que las demás. Una mirada a estas plantas indicadoras, en un día caluroso, le dirá si usted necesita o no regar sus plantas.
5. Sembrar una variedad invasora
Las especies invasoras son plantas transportadas e introducidas por el ser humano en lugares fuera de su área de distribución natural. Al sembrarse en la nueva región resultan dañinas al hábitat.
Las plantas invasoras se propagan naturalmente (sin asistencia humana) y con gran rapidez, provocando importantes cambios en los procesos de los ecosistemas naturales.
Estas pueden ser autóctonas, propias del ecosistema o introducidas en él. Estas últimas son las que realmente pueden hacer peligrar el ecosistema ya que las autóctonas suelen mantenerse a raya por enemigos naturales que controlan su crecimiento.
Determinadas especies vegetales son una amenaza para la biodiversidad de toda una región. La uña de gato y el eucalipto son algunas de estas plantas invasoras.
6. No tomar en cuenta la vida silvestre
Las ardillas no le prestan atención a los narcisos que contienen cristales venenosos. Los mapaches, los ciervos, el perro de la familia, inevitablemente, trataran de comer sus vegetales y la única forma a prueba de fallos para proteger sus plantas preciosas es instalar una cerca alrededor del huerto. Sin embargo, hay plantas que sirven para mantener alejados a los visitantes indeseables.
Las Plantas repelentes son plantas de aroma fuerte que mantienen alejados los insectos de los cultivos. Este tipo de plantas protegen los cultivos hasta 10 metros de distancia, algunas repelen un insecto específico y otras varias plagas.
Generalmente, las plantas repelentes se siembran bordeando los extremos de cada surco del cultivo o alrededor del cultivo para ejercer una barrera protectora. Desde tiempos remotos gran variedad de hierbas aromáticas se han plantado en los bordes o en pequeñas áreas de los cultivos de vegetales, conociéndose los beneficios que brindan a la mayoría de las plantas.
La única excepción a la regla es el hinojo, el cual genera efectos adversos en muchas plantas. Todas las plantas aromáticas ejercen una influencia sobre sus plantas vecinas. Es importante notar que en su mayoría, las plantas acompañantes además de crear un beneficio mutuo, también ejercen una acción repelente.
7. No proveer suficiente sol a las plantas
Sembrar muy cerca de paredes o edificaciones es otro error común. Algunas personas plantan tomates en el lado este del patio de su casa. Estos florecen y después sus flores se caen. Los tomates necesitan el sol de la mañana que no debe ser bloqueado por una cerca.
Los tomates son adoradores del sol y prosperan en la luz solar directa. Las plantas necesitan un mínimo de seis horas de luz solar directa. Del mismo modo, las plantas vegetales como los chiles y las berenjenas y la mayoría de las hierbas se deben plantar en la zona más soleada de su patio. Otros, como las lechugas, el culantro y los guisantes pueden soportar estar en la sombra.
Elija la planta adecuada para las condiciones ambientales de su huerta. Seleccione el lugar donde creará la huerta considerando el número de horas que está expuesta al sol. Hay plantas que necesitan de por lo menos seis horas diarias de exposición solar. Si su huerta está en un lado del patio que apenas recibe dos horas de sol tendrá dificultades para hacer crecer estas plantas.
8.  Sembrar demasiadas semillas o sembrarlas muy hondas
Las plantas como las calabazas, los melones y las sandías pueden crecer rápidamente hasta alcanzar proporciones gigantescas.  La clave para saber como sembrar, cuantas semillas usar  y como hacer para que la planta crezca es saber su nombre latino. Busque en Google por este nombre escribiéndolo entre comillas y vea lo que otras personas están diciendo.
Cuide de no sembrar más semillas que las necesarias y no las siembre muy hondas.
9. Usar plaguicidas
El veneno químico de los herbicidas en el suelo puede permanecer en la tierra durante años. Es preferible deshacerse de la hierba y las malezas vertiendo, una vez al día,  una mezcla de tierra-amistosa con partes iguales de agua caliente y vinagre sobre el área seleccionada. Al cabo de unos días, la maleza se pone color marrón. El vinagre mata las hojas y la mayor parte de las raíces de las plantas lo que hace muy fácil arrancarla.
10. Sembrar las plantas muy juntas
Es importante seguir las instrucciones de sembrado que vienen en los paquetes de semillas y plantas. Pero si decide plantar más agresivamente, experimente con plantas que crecen hacia arriba. El cultivo de plantas arbustivas como la albahaca y plantas altas trepadoras como los tomates ayuda a usar mejor su espacio.

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